La balanza comienza a inclinarse a favor de la invernada

La balanza comienza a inclinarse a favor de la invernada

julio 24, 2023 0 Por Jose Luis Heredia

Aunque en muchos lugares la disponibilidad de forrajes es todavía baja, la llegada de las lluvias, sumada a un invierno mucho más suave en cuanto a temperaturas, ha permitido que los campos verdeos se desarrollen mejor, así como la recuperación de muchos potreros naturales que hasta entonces ofrecían casi nula receptividad.

En este contexto, como era de esperarse, los precios de invierno comienzan a reaccionar, lo que se observa de manera más lenta en las categorías de ganado gordo destinado a faena.

En efecto, tras un intento de corregir los valores que tenía el gordo en los primeros meses del año, apenas se ha ajustado nominalmente un 2% desde marzo a la fecha, lo que se traduce en un retraso de más de 20 puntos respecto a la inflación acumulada en el último trimestre.

Sucede que la alta oferta de ganado terminado que ha comenzado a asomar en el trabajo comienza a chocar cada vez más con el consumo debilitado en su poder adquisitivo y alto inventario.

Al igual que los precios de la grasa, los precios de la carne de res han experimentado aumentos en los últimos tres meses que no han seguido el ritmo de la inflación. Según la última encuesta de precios minoristas del IPCVA, la carne de vacuno subió apenas un 1,5% en junio, tras subir un 1,9% en mayo y un 6,3% en abril. En resumen, en el último trimestre, el precio de la carne vacuna en mostrador se ajustó menos de la mitad de lo que lo hizo el precio promedio general, con un incremento trimestral acumulado de 22%.

Estacionalmente, el precio del premio mayor entra en un período en el que no se deben esperar correcciones importantes. La oferta de ganado que proviene tanto de corrales como de campos en la segunda mitad del año tiende a mantener relativamente ajustados los valores de este tipo de ganado de cara al último trimestre del año. Históricamente, los meses de agosto, septiembre e incluso octubre son cuando más se retrasa el premio mayor.

Distinto es el caso de los terneros, donde la falta de oferta, que empieza a generarse a partir de la segunda mitad del año, da más fuerza a los valores y picos en noviembre y principios de diciembre.

Este año, sin embargo, la estación seca ha exacerbado este comportamiento estacional. En efecto, la fuerte producción de terneros que se viene observando desde los primeros meses ha provocado un descenso real de casi un 40% respecto a los valores registrados hace un año.

Sin embargo, desde julio, la situación parece estar empezando a cambiar. La última referencia de la subasta ROSGAN del mes de julio muestra el ternero a $547 el kilo, lo que tras cuatro meses con valores totalmente planchados en términos nominales representa una mejora del 10,3% respecto a la referencia del mes anterior.

Este cambio de tendencia está comenzando a revertir la relación ternero/grasa, que hasta entonces estaba en mínimos históricos.

En este contexto, el margen del feedlot, que disfruta de muy buenas relaciones de compra, empieza a deteriorarse significativamente y los precios de invierno son inusualmente más baratos que los precios del jackpot.

Según cálculos de la CAF (Cámara Argentina de Feedlots), el margen bruto de los corrales fue prácticamente el mismo el mes pasado en US$280 por animal cebado, mientras que hace un mes la misma propuesta ofrecía más de US$18.000 por cabeza, medidos en pesos corrientes. A partir de ahora, el feedlot sufrirá el doble efecto de un valor del becerro más firme, pero también de una relación relativamente más cara con la compra del grano, que es un insumo valorado en dólares frente a un producto más ligado al desarrollo de la moneda local.

Por otro lado, debido a los factores ya conocidos, es probable que la recomposición del becerro sea mucho más significativa por la expectativa de menor oferta futura y en consecuencia por la necesidad de mantener este tipo de activos considerados “protección del valor”.

En este sentido, los factores clave en las decisiones de inversión del sector serán las expectativas del cambio de ciclo sumado a la reacción que comenzarán a mostrar los campos.