La falta de agua amenaza la siembra de 100.000 hectáreas de trigo en la zona núcleo

La falta de agua amenaza la siembra de 100.000 hectáreas de trigo en la zona núcleo

julio 3, 2023 0 Por Jose Luis Heredia

«¡Es imposible sembrar trigo!», dicen en Sancti Spiritu, al sur de Santa Fe, donde solo cayeron 37 mm de lluvia en mayo y ninguna en junio. En el noroeste bonaerense, la siembra está estancada al 50% y por falta de humedad hay pocas expectativas de que se sumen lotes, informan estos días asesores de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Del otro lado, centro-sur y SE de Santa Fe, varios otros terrenos se sumaron a la intención de sembrar trigo. Es el caso de Carlos Pellegrini, El Trébolo, Rosario y Aldao. En el noreste bonaerense ya está implantado el 95% del trigo. En el sureste de Córdoba, al igual que en Marcos Juárez, la superficie también se redujo entre un 40 y un 50 % con respecto al año pasado.

En el tramo final de plantación, puede que se haya quedado fuera un 10% de la superficie por falta de agua. “Buen parto y mucha uniformidad”: el estado del trigo es muy bueno, pero les preocupa un invierno cálido que reducirá la producción de macollos y penalizará los rendimientos.

El área de trigo 2023/24 en la región central podría reducirse entre un 15 y un 23 % en comparación con la temporada anterior.

El mes de junio finalizó con temperaturas superiores a lo normal y muy poca agua. En junio suele llover entre 10 mm en el sector oeste y 25 mm en el este. Sin embargo, el promedio mensual acumulado para toda la región es de 3,5 mm.

La situación de los primeros cuadriciclos implantados
Los primeros cuadros implantados se desarrollan de manera óptima porque son favorables a temperaturas moderadas a altas, inusuales para esta época del año, presentan nacimientos uniformes y crecimiento activo.

En el centro-suroeste de Santa Fe, los cultivos están en excelentes condiciones. Sin embargo, los suministros de agua limitados y las altas marcas de calor, que podrían penalizar el rendimiento potencial si no llueve ocasionalmente entre finales de agosto y principios de septiembre, siguen siendo motivo de preocupación.

“El desarrollo del trigo podría acelerarse, acortar el ciclo y aumentar la demanda de agua”, temen los técnicos. En el este, donde llovió mejor, se dice que el agua alcanza hasta agosto, y también apuntan las temperaturas: “cuando no hace frío, no hay retoños y el potencial del trigo se puede limitar seriamente”.