“La bioeconomía es una poderosa vaca viva nacional”

“La bioeconomía es una poderosa vaca viva nacional”

junio 2, 2023 0 Por Jose Luis Heredia

Como para plasmar la importancia clave de las cadenas de maíz y sorgo, Fernando Vilella, presidente del Congreso Maizar 2023, abrió la conferencia mostrando el miércoles pasado los resultados que arroja ChatGPT sobre la cadena de maíz y sorgo. «Podemos estar tranquilos», dijo. Recordó que “el mejoramiento genético del maíz se basó en el gran trabajo de los pueblos americanos, que comenzó hace 5.000 años con un ancestro, el teocintle, y logró uno de los organismos genéticamente mejorados más exitosos”.

El académico recordó que el maíz es el cultivo más cosechado en el mundo, con aproximadamente 1.150 millones de toneladas al año, y que su gran potencial es clave. Crea «uno de los productos más competitivos de la economía argentina, porque incluye todo el conocimiento de frontera, similar a los competidores internacionales más desarrollados, el éxito de la co-creación», producto de la «genética combinada con un sistema de siembra directa, fertilización, modificaciones ecofisiológicas, diseño y uso de máquinas de siembra altamente sofisticadas, fumigación y cosecha».

Vilella calificó a la bioeconomía como “una poderosa vaca viva nacional: sus procesos son cíclicos y sustentables, minimizando la producción de residuos o desechos, generando nuevos productos y servicios en diversos sectores” que crean un ecosistema productivo con bioclústeres de excelencia. Y desmitificó la idea de que la agrobioindustria argentina no genera trabajo: “Según datos de la FADA, representa el 24% de todo el empleo privado, con 3,7 millones de empleos. Solo la cadena del maíz genera 236.000 puestos de trabajo, más del doble que toda la industria automotriz, que tiene 96.000 empleos. Y si incluimos cadenas afines como cadenas de proteína animal (carne bovina, avícola, láctea, porcina), etanol, Gran Maíz, son 680.000 empleos, más construcción y metalurgia.

También enfatizó que el maíz argentino es el más sustentable del mundo gracias a la siembra directa, y que esa ventaja también se traslada a sus derivados, como la carne de pollo y el etanol. “Hay que aprovechar esta baja huella, que es apreciada por los mercados más exigentes, y crear una marca país asociada a productos amigables con el medio ambiente”.

El presidente de Maizar, Pedro Vigneau, recordó que la industria vive un «año muy difícil» con la peor sequía en 60 años, lo que evidencia y profundiza el impacto de la brecha cambiaria, los aranceles a las exportaciones (único país de las Américas que tenerlos) y cuotas en cadenas agro-bio-industriales. «La sequía les ha quitado todo a los productores, y todavía tienen que seguir financiando las ineficiencias de las políticas».

El presidente Maizaru enfatizó que por su importancia, Argentina debe tener un Ministerio de Agricultura, no una Secretaría: “Cuando el Secretario viaja al exterior, se encuentra con el Secretario: debemos ser un Ministerio”, destacando que en Brasil, más allá de las diferencias políticas, todos coinciden en que el desarrollo de la agricultura es clave para el desarrollo del país.

Vigneau enfatizó que “el mundo está mirando hacia los recursos renovables” y en ese sentido dijo que “el maíz es una planta de carbono 4 que captura mucho más carbono y tiene una gran eficiencia fotosintética. Hay que contar una historia”. Para el directivo, “hay una gran oportunidad de desarrollo federal con el maíz, hoy se produce maíz desde Chubut hasta Jujuy, desde los Andes hasta Mesopotamia”, y resaltó la necesidad de aprovechar el agua dulce. que va al mar sin usar.

Vestido con traje y tenis hechos con polímeros de maíz, Vigneau señaló que “no se deben producir en China o Estados Unidos, sino en Venado Tuerto o Río Cuarto, porque es más eficiente agregarle valor al maíz donde se produce”. producido. y el maíz argentino tiene el mejor balance de carbono del mundo”. Destacó que hoy existen más de 4.000 productos elaborados a base de este cereal en el mundo y que Argentina tiene una gran oportunidad, desde bioplásticos para empaques hasta biocombustibles para aviones. “Si confirmamos que tenemos el maíz con la huella ecológica más baja del mundo, vendrán a invertir. Pongámonos de acuerdo y liberémonos de falsas desavenencias y prejuicios”.

Juan Manuel Fernández Arocena, Jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura, celebró el lema del Congreso de Maizar «Co-creando la bioeconomía: la bioeconomía no es algo dado, es biomasa y el conocimiento requiere de múltiples actores» y enfatizó: «Estamos frente a un cambio de paradigma fundamental», que comparó con la revolución industrial.

Destacó que los complejos agroindustriales de sorgo y maíz son parte central del nuevo paradigma de la bioeconomía. “Ya comenzó, el progreso científico y tecnológico será clave, pero no se trata solo de producir más, sino de la sostenibilidad económica, social y ambiental. El potencial es enorme”. El funcionario agregó que se debe seguir la política pública. “Estamos seguros que esta agricultura bioinnovadora será la que cerrará la brecha, la bioeconomía es el punto de partida de una nueva era”.

El Primer Ministro de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, felicitó a Maizar por la organización de su 17° congreso anual: “Maizar es el semillero del futuro promisorio de Argentina”. “El campo es el motor de la recuperación argentina y el maíz es uno de los principales complejos agroindustriales del país”. “Tenemos los mejores agricultores y técnicos del mundo, el capital humano es lo más importante”.

Rodríguez Larreta presentó «siete medidas concretas y posibles». Dijo que era necesario reconstruir la estabilidad, macro, con «déficit primario cero en el primer año» y micro para crear un marco regulatorio con reglas de juego estables. También aseguró que hay que luchar por la unificación de los tipos de cambio: “Vengo a decir la verdad: no es grave decir que va a pasar el primer día, pero es nuestro horizonte”. En tercer lugar, mencionó el «horrible impuesto que son los derechos de exportación: prometo quitarlos a más de 200 productos, y con el resto planeo un rumbo para bajarlos paulatinamente hasta quitarlos». También dijo que suprimiría las cuotas y que era consciente de que «el peso del Estado en la producción es insoportable, quedándose con 6 de cada 10 pesos».

El mandatario bonaerense también dijo que iba a «terminar con la burocracia infernal» y que el campo debe poder manejar toda la administración de forma remota. En infraestructura, prometió un plan que prioriza la logística y abarata costos, que incluye rutas, hidrovías y conectividad digital. Promover también la inclusión en el mundo, aprovechar el Mercosur y el acuerdo con la UE: “Nuestro cuerpo diplomático debe ser un cuerpo de ventas” con negociaciones estratégicas y búsqueda agresiva de mercados.

Finalmente, dijo que quería medidas concretas para duplicar las exportaciones argentinas en un plazo de seis años, con un 70% proveniente del complejo alimentario.