En Argentina se han identificado siete especies pertenecientes al género Echinochloa, de las cuales las más extendidas a nivel local e internacional son E. colona (capitán) y E. crus-galli (arroz capitán). Asimismo, E. chacoensis y E. oryzoides también se encuentran en nuestro territorio y son consideradas malezas, confirmada por Aapresid.
Relevamientos realizados en mapas REM indican que el género Echinochloa ha visto un aumento sostenido en su área de asentamiento en Argentina desde 2010 hasta la actualidad, alcanzando el 35% de las áreas agrícolas en 2021 y ubicando a E. colona como la cuarta maleza más importante.
El género Echinochloa consiste en especies C4 anuales que emergen en primavera y verano y se reproducen por semillas. Estas plantas representan una gran diversidad y su clasificación taxonómica suele ser compleja. Además, presentan diversas características que los convierten en un desafío permanente en los agroecosistemas, tales como la existencia de varios ecotipos, alta producción de semilla, corta latencia, rápido crecimiento, alto potencial competitivo, interacción alelopática y resistencia a diversos herbicidas.
Según Aapresid, ha habido fallas globales en el control químico de varias poblaciones de Echinochloa, con la primera población de E. colona resistente a este herbicida confirmada en Australia en 2007. Se han reportado un total de 89 casos. ocho especies y cultivares del género a nivel mundial con resistencia a varios sitios de acción de herbicidas (ALS, ACCasa, FSII, Auxinas y VLCF).
En Argentina, el primer reporte de resistencia en este género apareció en 2009 en E. colona resistente a glifosato, seguido en 2018 en E. crus-galli resistente a glifosato y glifosato + ALS. Sin embargo, aún no se ha realizado un estudio comparativo de la sensibilidad de las diferentes especies de Echinochloa presentes en el país.
Por esta razón investigadores; Eduardo Cortés (FCA UNL), Ana Schneider, Elisa Panigo, Mariel Perreta, Ignacio Dellaferrera (ICiAgro Litoral, UNL-CONICET) y Rafael De Prado (Universidad de Córdoba, España) realizaron un estudio para determinar si las poblaciones de E. colona , E . crus-galli, E. oryzoides y E. chacoensis, que actualmente crecen como malas hierbas en Argentina, son resistentes o menos sensibles al glifosato.
¿Cómo se llevó a cabo la investigación?
Aapresid detalló parte de las investigaciones realizadas, afirmando que entre 2015 y 2017 se colectaron semillas de 25 poblaciones del género en lotes de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, todas de campos de cultivo que tienen min. 10 años de uso consecutivo de glifosato y con informes de falla de control.
En primer lugar, se realizó un cribado de supervivencia. Mediante la aplicación de una dosis discriminatoria de glifosato (600 g ia/ha al 36 %), se determinó el % de supervivencia. Trece poblaciones se consideraron resistentes (>20 % de supervivencia), dos estaban desarrollando resistencia y diez poblaciones eran susceptibles al herbicida (<5 % de supervivencia).
Luego se realizaron ensayos de dosis-respuesta en poblaciones aplicando 7 dosis crecientes de glifosato 0 X, 1/4 X, 1/2 X, X, 2 X, 4 X y 8 X, donde X era igual a 1080 g ai/ha. Se evaluó el peso fresco por maceta a los 21 días y se determinó el GR50 (dosis de herbicida que inhibe el crecimiento en un 50%) y el factor de resistencia RF-(GR50 (resistente)/GR50 (sensible)).
Se observó una disminución en la biomasa aérea de las poblaciones a medida que aumentaba la dosis de herbicida, pero GR50 difirió significativamente entre las poblaciones de cada especie.
Finalmente, realizaron pruebas para determinar la acumulación de ácido shikímico en las últimas hojas expandidas tras la exposición al glifosato. El ácido shikímico se acumuló en todas las poblaciones susceptibles, lo que indica que el glifosato ingresa al cloroplasto y que la vía metabólica no se inhibe, lo que sugiere que al menos parte de la enzima EPSPS presente es sensible al herbicida.
Se encontraron diferencias entre las cuatro especies analizadas en cuanto a la acumulación de este compuesto a lo largo del tiempo, lo que permite distinguir diferentes niveles de sensibilidad al glifosato en distintas poblaciones. En E. colona y E. chacoensis, el 66% de las poblaciones tenían inhibidas sus vías metabólicas. En E. crus-galli este porcentaje fue del 40% y en E. oryzoides solo del 17%.
Los resultados muestran que la falta de acumulación de shikimato en plantas tratadas con glifosato puede considerarse como un indicador de resistencia.
¿Qué resultados se obtuvieron?
Teniendo en cuenta la clasificación entre malezas resistentes y susceptibles en diferentes experimentos, se consideró que un biotipo era resistente al herbicida si tenía más del 20% de supervivencia, un factor de resistencia (FR) mayor a 2 y no acumulaba ácido shikímico mayor a 0,5 mg. /g hoja.
En conclusión, la investigación realizada muestra que las siguientes poblaciones son resistentes al glifosato: Ec04, Ec07 y Ec14 de E. colona, Ecg06, Ecg07, Ecg14 y Ecg15 de E. crus-galli, Eo02, Eo03, Eo704, Eo0 y Eo08 de E. oryzoides y Ech02 de E. chacoensis (ver tabla).
Los resultados obtenidos por este grupo de trabajo nos permiten reportar el primer caso mundial de resistencia al glifosato en poblaciones de E. oryzoides. Al mismo tiempo, se amplía la información sobre E. colona y E. crus-galli. Además, se caracteriza la sensibilidad de E. chacoensis y se debe evaluar su impacto en campo para determinar si se puede identificar como maleza problemática y resistente.
La presencia de poblaciones de Echinochloa resistentes al glifosato en Argentina es un problema importante, alcanzando un lugar destacado entre las malezas más comunes del país. Para manejar adecuadamente estas especies, para retrasar la aparición de resistencias a otros modos de acción y resistencias múltiples, será necesario un cambio en la estrategia de control utilizada.
