Los vientos de la Patagonia, las mediciones de insolación en las regiones del Noroeste Argentino (NOA) y Noreste Argentino (NEA) y Núcleo (pampa húmeda) contribuyen al desarrollo de la biomasa. Asimismo, el país cuenta con una gran cantidad de ríos para uso hidráulico.
Según un informe de Global Energy Monitor (GEM), una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que monitorea el desarrollo de las energías limpias, América Latina cuenta con los recursos necesarios para convertirse en líder del mercado mundial de energías renovables. con el equivalente a mil millones de paneles solares en grandes proyectos que entrarán en funcionamiento para 2030.
Un ejemplo de estas energías se puede ver en Buenos Aires, en los techos del Metrobús 9 de Julio y en la estación de transferencia de Retiro, donde hay más de 700 paneles solares que abastecen de energía a la red eléctrica. Según los cálculos, las dos centrales generarán 110.000 kW de energía al año, que se inyectan directamente al sistema eléctrico de la ciudad, además de que la instalación evitará la emisión de 44 toneladas de CO2 al año.
Al respecto, José Tamborenea, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Electrónica, Electromecánica y Luminotécnica (CADIEEL), organizadora de BIEL Light + Building Buenos Aires 2023, dijo: “Esto demuestra que las energías renovables ya no son una alternativa y se han convertido en la opción principal y complementaria a las energías convencionales. Tienen muchos beneficios ya que reducen las emisiones de carbono, ayudan a reducir el consumo de combustible, son más baratos que los combustibles fósiles, crean empleos y desarrollan proveedores nacionales. Además, permiten una planificación a largo plazo, las energías renovables seguirán creciendo y son inevitables”.
Otro factor que se suma a la propuesta para reducir el consumo de energía y consecuentemente reducir las emisiones de CO2 en las ciudades es la industria del alumbrado público, que es un factor importante para el máximo aprovechamiento de este tipo de energía. Se ha observado que el cambio a iluminación LED puede reducir las emisiones de carbono hasta en un 70%, contribuir a un uso más eficiente de la energía y tener una mayor vida útil con una gran resistencia a condiciones climáticas adversas como el viento, la lluvia y el granizo. En Argentina, este reemplazo del alumbrado público comenzó hace 10 años y es un continuo avance tecnológico con alta eficiencia energética, robustez, diseños actualizados y respaldo técnico nacional.
“La industria de la nación está en plena capacidad de seguir avanzando en el uso de energías renovables y menores emisiones de carbono para lograr un futuro limpio y un desarrollo sustentable. Tenemos la capacidad de producción para atender la demanda necesaria, contamos con el personal adecuado y productos de calidad en línea con los estándares internacionales”, dijo José Tamborenea.
En los últimos años, las empresas han invertido mucho en equipos y mejoras en cada una de sus fases productivas, como se ve en cada edición de BIEL Light + Building Buenos Aires, donde el sector exhibe las últimas innovaciones y desarrollos tecnológicos. Es el caso de la industria del alumbrado público, que agrupa a 23 empresas nacionales, produce 500.000 luminarias LED al año y genera 14.000 empleos directos e indirectos. Además, en el desarrollo de productos tecnológicos implica procesos productivos que suministren a la industria nacional conocimientos y conocimientos que puedan ser utilizados por otras empresas nacionales.