Las dificultades climáticas crearon limitaciones importantes para toda la campaña agrícola nacional y dañaron particularmente este cultivo en la zona.
La superficie sembrada fue de 121.700 hectáreas, un 17,6% más que en el ciclo anterior, y la producción resultante en la región fue de 183.375 toneladas, lo que representa una disminución interanual del 11,2% (23.200 toneladas menos).
El Centro de Estudios y Servicios de Intercambio de Santa Fe elaboró un informe con las perspectivas para el ciclo productivo 2022-23; donde analiza, entre otras cosas, el resultado económico promedio alcanzado por los productores.
El aumento de costos sufrido por los productores no fue compensado por ganancias de productividad o precios de mercado. Cabe aclarar que 15,1 qq/ha como rendimiento promedio de la región fue un 24,5% inferior al rendimiento alcanzado en la campaña anterior y el valor más bajo de los últimos doce ciclos.
El CES afirma que los márgenes brutos estimados para los productores del centro-norte de Santa Fe mostraron “caídas promedio que oscilaron entre 57,0 y 81,0% para campos propios y entre 83,0% y 288,0% para campos arrendados. Incluso en el segundo caso, los márgenes por hectárea fueron negativos.