Los enfoques tradicionales para medir el dióxido de carbono, basados en contar y estimar la cantidad de dióxido de carbono que se emite en todos los sectores de la economía, como el transporte y la agricultura, se han utilizado durante años. Esto permitió evaluar el progreso en los esfuerzos para reducir las emisiones. Pero su tratamiento deja fuera una parte más que importante de la historia: la incorporación de dióxido de carbono al suelo. Un enfoque de arriba hacia abajo, en el que las diferentes actividades se consideran como parte de un ciclo, permite distinguir entre diferentes productos económicos y crear inventarios. Es aquí donde el ganado argentino puede conseguirlo todo.
Un estudio publicado en Earth System Science Data utilizó mediciones realizadas por la misión Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA para ofrecer nuevos conocimientos mediante el seguimiento de las emisiones de combustibles fósiles y los cambios generales en las «reservas de carbono» en los ecosistemas, incluidos los árboles, los arbustos y el suelo. . Los datos son particularmente útiles para rastrear las fluctuaciones de dióxido de carbono relacionadas con el cambio de la cobertura terrestre. Aunque la misión OCO-2 no se diseñó específicamente para estimar las emisiones de países individuales, los resultados de más de 100 países llegan en un momento oportuno.
El hallazgo es que Argentina es uno de los pocos países que aparece con saldo positivo (color verde) debido al secuestro de carbono en “pastos” (bosques, matorrales, potreros, etc.).
Y aquí es donde se pone el énfasis en la producción ganadera específicamente en Argentina. La ganadería argentina es parte del ecosistema natural y representa una de las actividades que llevan a la agricultura argentina a convertirse en un actor importante en el manejo de la fotosíntesis y la captura de dióxido de carbono de la atmósfera en el ciclo natural del carbono.
El proceso se da por el consumo de vacas, que en nuestro país se alimentan principalmente de pastos y pastos naturales. Estas fuentes de forraje eliminan el dióxido de carbono del aire como parte del ecosistema natural a través de la fotosíntesis. Las vacas digieren el carbono del pasto y liberan metano a la atmósfera. Pero el metano que emiten está «hecho» en base al carbono de la hierba que han consumido, y dura de 10 a 12 años en la atmósfera. Después de este tiempo, el metano se convierte en agua y dióxido de carbono. Uno que es absorbido naturalmente a través de la fotosíntesis por pastizales y pastos naturales. Y así el ciclo se repite una y otra vez. Es pura naturaleza.
Argentina es uno de los países con mayor superficie de pastizales naturales del planeta Tierra. Se encuentra entre los cinco países con mayor disponibilidad de este recurso. El color verde del mapa elaborado a partir de datos de la NASA encaja a la perfección con los sistemas de producción cárnica de nuestro país, ya que frente a otras explotaciones ganaderas más industriales e intensivas, como las que operan en otros países del mundo, nuestras vacas pastan prácticamente la todo el territorio y su subsistencia alimentaria se caracteriza por el bajo uso de insumos, agroquímicos y fertilizantes químicos.
Por otro lado, la ganadería argentina es una de las pocas actividades que permite la transformación de proteínas vegetales no aptas para el consumo humano en proteínas animales de alto valor biológico destinadas al consumo humano. A medida que los sensores de la NASA continúan refinándose, estos avances serán clave para verificar qué países cumplen los compromisos firmados en la COP 21 y más allá. Un gran destino para las vacas albiceleste.
¿Podemos seguir culpando a los animales de granja como una de las causas del calentamiento global y el cambio climático? ¡No! Ya hemos explicado esto muchas veces desde IPCVA con aportes y debates con la ciencia y continuaremos haciéndolo. ¡Es una gran noticia, le da a la cadena ganadera y cárnica una herramienta más para defender la idea de que la ganadería tiene un papel preponderante y esencial en el ciclo natural y la regeneración de la naturaleza! ¡La carne no es la culpable, sino la solución! ¡Cuidemos el planeta en el que vivimos!
Fuentes:
-Carne argentina, carne sustentable: http://www.ipcva.com.ar/documentos/2402_1631020822_sustentabilidad.pdf
-La misión espacial de la NASA está realizando un inventario de emisiones de dióxido de carbono por país:
Autor: Adrián Bifaretti y Eugenia Brusca (IPCVA)