Las fibras de cáñamo se pueden utilizar en diversas industrias, como la construcción, la celulosa, la química, la energía, la automoción y la textil, en sustitución de materiales no renovables de origen fósil.
Industrial Hemp Solutions (IHS), empresa argentina dedicada al desarrollo local de soluciones industriales a base de cáñamo de alto valor agregado, inició en febrero el cultivo de 15 nuevas genéticas en territorio argentino para expandir la industria en el país. Las nuevas variedades se introdujeron gracias al apoyo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y el Instituto Nacional de Semillas (INASE).
“En SENASA trabajamos para asegurar el desarrollo de la industria del cannabis de acuerdo con los estándares de calidad e inocuidad establecidos para su producción y comercialización. El ingreso de estas nuevas variedades de genética de cáñamo es un paso importante para el desarrollo de este sector en nuestro país”, dijo la ingeniera agrónoma Diana Guillén, presidenta del SENASA.
Gabriel Giménez, director nacional de la articulación federal del INASE y representante del Ministerio de Agricultura, enfatizó: “Desde el Instituto Nacional de Semillas estamos comprometidos a apoyar la innovación y el desarrollo de la industria del cáñamo en Argentina. La introducción de estas nuevas variedades a través de IHS es una excelente oportunidad para fortalecer la industria y garantizar la calidad y seguridad de los cultivos”.
Para seleccionar las variedades más adecuadas para nuestro territorio, en septiembre de 2022 IHS firmó un contrato específico con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), que dirige el ingeniero agrónomo Daniel Sorlino, coordinador del grupo de estudio. in Cannabis (GET Cannabis) y miembro del directorio de Industrial Crops, donde realizarán evaluaciones de diferentes genéticas de cannabis, enfocándose no solo en sus rendimientos, sino también en las características de sus derivados, para entender el impacto real que pueden producir en esas industrias, que deciden cambiar al uso de estos biomateriales.
“El potencial de la bioeconomía argentina es enorme, y en ese contexto el cáñamo se posiciona como sinónimo de desarrollo y progreso. Estamos muy emocionados de expandir el uso del cáñamo para mejorar el impacto en la industria del país y apoyar las exportaciones de valor agregado. Nuestra empresa cuenta con el equipo y la experiencia internacional para implementar el uso de nuevos modelos industriales que permitan la creación de economías sostenibles”, dijo Maximiliano Baranoff, Director de Innovación y Nuevos Emprendimientos de IHS.
Entre los genetistas a verificar en suelo nacional destacan los del Programa de Cáñamo Polaco dependiente del Ministerio de Agricultura de Polonia, que lleva más de 90 años cultivando plantas y maximizando los rendimientos de sus variedades.
El cáñamo es un cultivo anual que puede fijar altos niveles de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero responsable del cambio climático. Los países tienen un compromiso importante para combatir el cambio climático, y el desarrollo de empresas que apoyen la producción y el uso del cáñamo puede contribuir significativamente a capturar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Toda la planta del cáñamo tiene aplicaciones que incluyen, entre otras, la industria alimentaria, el uso textil, la cosmetología o la construcción. Las fibras se pueden utilizar en diversos procesos como la construcción, la celulosa, la química, la energía y la automoción, entre otros, y su uso puede sustituir materiales no renovables de origen fósil, reduciendo su impacto negativo en la cadena de valor.
El mercado mundial de cannabis podría cuadruplicar su valor estimado para 2020 hasta alcanzar los 18.600 millones de dólares para 2027, según un informe de la ONU[1]. El grano que proviene del cultivo del cáñamo es considerado un superalimento, por lo que la demanda de sus aceites, harinas y proteínas está creciendo en los países desarrollados. Actualmente, ya son 200.000 hectáreas de cáñamo cultivadas en todo el mundo, incluyendo mercados como Europa, China, Canadá, Estados Unidos de América y Paraguay, entre otros.
IHS busca desarrollar la versatilidad y el potencial del cáñamo en Argentina para mejorar el impacto de las industrias del país y crear economías sostenibles.
[1] Revisión de productos básicos: edición especial sobre cáñamo industrialConferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), 29 de noviembre de 2022.