
El Progreso de Rawson es una empresa de Chacabuco, Buenos Aires, donde crían con buenas prácticas certificadas y crían con un rebaño de 1750 madres británicas para vender terneros destetados. En 2018, el MV Jeremías Mordentti, de 34 años, comenzó a dar asesorías en reproducción con la idea de concentrar partos para llegar con más vaquillas al servicio de 13-15 meses y vender vaquillas destetadas en menor tiempo. En sólo dos años se pasó del 57% de parir «cabeza» en 30 días al 77%. En 2022, completamente seco, alcanzó el 81% de preñez en el primer mes de funcionamiento, mejorando la gestión del rebaño y los resultados de la empresa. ¿Cómo fue? Después de contactar Carne de valor A través de la columna “Sé el protagonista” de hoy, cuenta su experiencia.
«Hace cuatro años, sugerí a los gerentes que concentraran las entregas. Había bibliografía y algo de experiencia al respecto, me dieron luz verde y empecé con dos áreas de la empresa trabajando en 1.400 madres, Angus, Hereford y mascarillas”, dijo Mordetti.
¿Cómo surgió la propuesta? “Cuando entré, el servicio superaba los 90 días, y las entregas se repartían en cinco meses. Tenían un 57 por ciento en los primeros 30 días y había mucha cola, un 23 por ciento en los últimos dos meses”, recordó, al precisar que solo inseminaban vaquillas, con semen fresco. ¿Problemas? “No había esa cantidad con el peso requerido para un servicio de 15 meses. Y no fue por falta de alimentos, sino porque en lugar de nacer en julio o agosto, nacieron en octubre o noviembre”, respondió.
En El Progres las cerdas se mantienen en campos naturales y alfalfa asociada, mediante pastoreo rotativo con alta carga animal actual, es decir, de 250 a 300 cabezas en parcelas de cuatro hectáreas, con sus respectivos abrevaderos. En invierno, se apoyan en rodillos y rastrojos de maíz junto con verduras para cubrir. “Son campos muy organizados, solo falta un detalle en cuanto a la reproducción animal”, dijo Mordertti.
El primer paso fue realizar un diagnóstico en el que se recopilaron los datos de los patrones de nacimiento y se fusionaron».curva de nacimiento con sus porcentajes mensuales. “Esta sencilla práctica, que brinda mucha información sobre reproducción, salud y nutrición, se ha repetido año tras año”, dijo.
Porcentaje de parto de vacas y novillas en El Progres, 15-20 de julio.
En base a esto, se decidió acortar el trabajo de todo el rebaño a 70 días, mover la fecha de las vaquillas del 10 de noviembre al 1 de octubre, para que los vientres más fértiles pudieran mostrar su potencial. La idea de este cambio es aprovechar que se suele criar primero la cabeza de parto anterior porque se aprovechan mejor los recursos.
“Claro que no es lo mismo si nacieron en julio que si nacieron en septiembre. De esta forma, pasamos de 200 a 470 vaquillas en 15 meses de servicio”, señaló y explicó que en ese momento crucial, el 97 por ciento de los terneros llegaron con el peso requerido. Pero el gran cambio “fue también la inseminación de todas las vacas. Así, en dos ciclos, logramos la meta: concentramos el 77% de los partos en el primer mes e incorporamos semillas comerciales de alta calidad para el avance de la genética”, confirmó.
¿Cómo se implementa la IATF? “Muchos lo aplican a los 60 días de haber parido la última vaca, para lograr inicialmente un mayor porcentaje de preñez, pero en ese caso los más fértiles se reconcilian porque se demoran en esperar a los demás”, advirtió. Además, el manejo del campo es complicado porque se tienen que hacer muchos lotes para cumplir con esta condición. «Así que decidí acortar el período posparto e inseminar durante 30 días. Creo que nosotros, como profesionales, deberíamos dejar de lado la carrera por lograr más embarazos con IATF y darnos cuenta de que lo que realmente importa es el sistema, la calidad-cantidad del mismo”, reflexionó.
Por ejemplo, explicó, “si voy a inseminar el día 15. Octubre, pido al personal que dejen parir las vacas hasta el 15 de septiembre en una tanda y las demás en otra, es más fácil que armar tantos grupitos. Hoy en día, como hay hormonas muy buenas, puedes trabajar con menos días después del parto». ¿Y el resto? “Hay los menos, los que tienen rabo de parto, espero un par de días y ya está. Este año, el IATF se hizo el 4 de noviembre”, explicó, y agregó que otra novedad importante fue que se empezaron a utilizar menos toros, asignados al mismo tiempo de la inseminación.
“Hay estudios que demuestran que se consigue el mismo resultado utilizando toros al 1,5% que al 2,5% o al 3%, aunque es más sencillo y económico. Hago los entrenamientos, salen al campo y están ahí, cuando antes se esperaban diez días. Entonces, incluso con 30 toros menos en los primeros 20 días, obtuvimos de 8 a 10 puntos de preñez más. Hoy es rentable preñar mucho en poco tiempo”, aseguró.

Para el médico veterinario, lo más importante para la aplicación de la nueva metodología es que el personal involucrado en el día a día comprenda y colabore. «Esa es la clave del éxito. Una vez que lo empiezan, les gusta, les facilita el trabajo porque no es lo mismo destacar y cerrar durante 5 meses que durante 45 días. Y el manejo del forraje es, por supuesto, más sencillo y eficiente”, enfatizó.
En consecuencia, la práctica muestra fuerza a pesar del período seco que ha durado casi tres años. «Hay productores que dicen, ‘como no hay pasto, no voy a inseminar’, y habría que pensar ‘como no hay pasto, hay que inseminar'», sugirió en alusión al tratamiento farmacológico. que obliga a los úteros a quedar embarazados. «Él siempre se entrega a ganar. Claro que si no hay comida no sirve, pero los toros tampoco”, advirtió. Con esa visión, este año, ante la falta de forrajes, en El Progreso hubo que pastorear las parcelas agrícolas, incluyendo algo de trigo, para dar descanso a los campos naturales y no afectarlos en el futuro.
La empresa vende terneros destetados desde hace varios años. Comenzaban en febrero-marzo, fecha tradicional, y con esta modalidad, al tener tantos partos tempranos, se avanzó en la comercialización. “Salieron el 15 de diciembre, y esta vez, como la época seca no da tregua, se pospuso para la primera semana de enero: se cargaron 180 terneros con un peso promedio de 180 kg”, reveló.
Finalmente, Mordetti apuntó que lo bueno de esta tecnología es que cada vez está más extendida por su bajo costo y simplificación del trabajo. “Este año se incorporó un tercer campo de El Progres con 350 cerdas. Y también lo adoptan varios pequeños y medianos fabricantes, clientes míos y otros colegas. Tratan de concentrar el parto para producir más kilos de terneros, ganar más dinero”, concluyó.
Autor: Ing. agr. Liliana Rosenstein, editora Carne de valor
Fuente: valorcarne.com.ar