El gobierno necesita aumentar las reservas, que el banco central está perdiendo rápidamente. Los productores agrícolas guardan en silos cerca de 6 millones de toneladas de soja de la campaña anterior; aunque los expertos estiman que el stock real es de 4 millones de toneladas, porque parte de la cosecha de soja no se destina al circuito comercial, sino al uso de semillas, molinos propios y pequeñas prensas del interior.
Ese volumen se aceleró en los últimos días por la noticia de que el gobierno podría lanzar un nuevo dólar de soja para mantener las reservas del banco central, que, según NA, está vendiendo divisas a un ritmo muy alto. A esta cantidad de granos se le sumaría la cosecha de abril, y en ese contexto tendría sentido el nuevo programa para estabilizar los stocks y dar señales de estabilidad en el período electoral.
Por otro lado, el mercado ya esperaba esta posible medida. “Esto es lo que está pasando en los últimos días con la expectativa de la puesta en marcha de la nueva edición del dólar de la soja, que sin ninguna voz oficial que lo sustente, ya se ha convertido en una certeza para los operadores, con fecha fija: mayo. Así lo indican los contratos que han comenzado a cerrarse en gran volumen, según los cuales el gobierno al menos garantizaría un buen ingreso en moneda extranjera para ese mes, lo que le ayudaría a llegar al filo del segundo semestre”, Infobae al corriente.
“El dólar de la soja ya está funcionando, está por ver cuál será su precio”, dijo el presidente de Kimei Cereals, Javier Buján, quien fue el primero en notar la histórica divergencia entre los precios del mercado por el impacto esperado de las medidas. Existe preocupación entre los analistas financieros sobre qué nivel de incentivos será suficiente para lograr la liquidación del sector. Pero productores y operadores parecen saber la respuesta, a juzgar por las cantidades vendidas en mayo, paradójicamente deprimiendo el precio del dólar.
En definitiva, es una distorsión que provoca la aplicación de devaluaciones dirigidas y predecibles en el tiempo en el mercado cambiario. La anomalía es claramente visible en los precios de los contratos celebrados en mayo y julio de este año, advirtió el medio Salvador Vitelli.
Señaló que “una disrupción similar del mercado ya ocurrió en septiembre, pero ahora el rango de expectativas y volúmenes es mucho más amplio dado que la medida se aplicará al inicio de la cosecha y no al final”.
“En cualquier caso, dado que el mercado solo apostó por el dólar de soja en mayo, la pregunta sigue siendo cómo cumplirá el gobierno el objetivo de reservas del FMI en marzo, lo que parece ser muy desafiante. En ese sentido, desde la consultora Cartera Personal Inversiones, no descartan que se cuente un sistema “ad hoc” para la disposición de granos incluso en el primer trimestre”, publicó Infobae.