Por iniciativa de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la Asamblea de las Naciones Unidas declaró el 10 de febrero como el Día Mundial de las Legumbres para promover tanto su consumo global como el reconocimiento del papel que juegan las legumbres en la sostenibilidad ambiental y alimentaria.
La inclusión de legumbres en la dieta permite dietas más saludables gracias al aporte de fibra y minerales, además de su alto contenido en proteínas. La inclusión de leguminosas en la rotación o sucesión de cultivos mejora la calidad del suelo gracias a la fijación biológica de nitrógeno y la baja huella hídrica que las caracteriza. Estos atributos los convierten en una herramienta eficaz para abordar el cambio climático.
Las legumbres secas (frijoles, garbanzos, lentejas, guisantes, habas, etc.) son consideradas especies pioneras de la agricultura y representan la fuente de proteína más importante para los países de América, África e India. “También forman parte de platos tradicionales de Europa, Medio Oriente y el Sudeste Asiático. La complementariedad de legumbres y cereales aumenta el valor biológico de las proteínas consumidas; En América, el frijol, junto con el maíz, fueron la base de la dieta precolombina”, dijo María Elisa Maggio, investigadora del INTA Salta.
En Argentina, las leguminosas son cultivos de importancia regional que se destinan a la exportación. “NOA produce frijoles y garbanzos, aunque Córdoba concentra la mayor producción de garbanzos, mientras que en el sur de Santa Fe y Buenos Aires se cultivan arvejas y lentejas. Salta es líder en la producción de frijol en todas sus modalidades comerciales. La arveja de grano seco ha cobrado mucha importancia en los últimos años, tanto para la producción de proteína vegetal como para su uso como alimento”, dijo Ana Fekete, investigadora del INTA Salta.
Según los especialistas, es necesario seguir apoyando el consumo de este tipo de cereal en el país, porque es una valiosa fuente de proteína, que no está tan extendida en nuestros hábitos alimentarios. Las legumbres más consumidas en Argentina son las lentejas y las arvejas frescas.
Mejoramiento de plantas de leguminosas en INTA Salta
“Podemos decir que las legumbres forman la identidad de la provincia de Salta, porque aquí se producen 432.000 hectáreas de frijol y 22.300 hectáreas de garbanzo; la principal provincia productora de garbanzos es Córdoba y la segunda Salta”, comenta Fekete.
El INTA trabaja con legumbres desde la década de 1970, “primero con frijoles, luego con garbanzos y luego con arvejas y lentejas. En la investigación realizada en torno a estos cultivos, el objetivo siempre ha sido mejorar las características varietales para aumentar el rendimiento, la adaptabilidad y la calidad del grano”, afirmó Maggio.
Las legumbres son de consumo directo, por lo que no es un cultivo que se industrialice como aceite o pellets, sino que se consuma directamente como grano. Es por estas propiedades que su calidad visual y organoléptica es tan importante.
Especialistas destacan que el núcleo del desarrollo para mejorar el frijol se realiza desde el INTA Salta. Se tienen en cuenta los requerimientos comerciales de cada tipo de leguminosa y se busca también la mejora del rendimiento. Por otro lado, “desde nuestro equipo de trabajo también estamos trabajando en la tolerancia al estrés hídrico y las altas temperaturas, la bacteriosis y la tolerancia a enfermedades”, comentó Fekete.
De igual forma, Daniel Kirschbaum, Coordinador del Programa Nacional de Hortalizas, Flores, Aromáticas y Medicinales del INTA, enfatizó que “la fortaleza de la institución es tener equipos de trabajo dedicados al mejoramiento genético del frijol, ya que la mayoría de las variedades que se utilizan en el mercado son del INTA. Cada vez que aparece una nueva variedad, el principal beneficiado es el productor”.