Cómo han conseguido procesos productivos y técnicas de cultivo más innovadores y eficientes, cómo han incorporado una visión sostenible a sus modelos de negocio y cómo avanzan con la digitalización son algunas de las preguntas que se plantean algunos de los referentes que actualmente destacan en la industria. entregado a BASF Agricultura Argentina.
La contribución de la digitalización para minimizar el impacto sobre el medio ambiente, a través de la denominada agricultura de precisión o medio ambiente, es uno de los avances donde destaca Hórreos del Sudeste SA: »En términos de producción, la agricultura acorde con el medio ambiente nos ha permitido utilizar los insumos de manera mucho más eficiente. Con base en imágenes NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada), mapas de rendimiento y análisis de suelos y plantas que retroalimentan decisiones posteriores, podemos ajustar la cantidad de insumos a utilizar de acuerdo con el nivel de productividad de cada ambiente y cada lote específico. De esta forma, aumentar los niveles de ingresos y al mismo tiempo ajustar el uso excesivo de insumos en la medida necesaria para minimizar las consecuencias indeseables que esto pudiera tener, ya sean económicas o ecológicas”, explica Miguel Cané, socio y director general de la firma.
Hórreos del Sudeste tiene 30 años de historia en General Madariaga, provincia de Buenos Aires. Fundada por Miguel Cané y José Ramón Santamarina, la empresa ha conseguido convertirse a lo largo de los años en un referente en la zona, trabajando siempre en campos arrendados y contando desde 2003 con una planta de ensilaje propia en esta localidad.
Miguel Cané añade a los avances en la digitalización: “Además, las imágenes facilitan el seguimiento del desarrollo de los cultivos desde una perspectiva diferente, más global, a nivel de lotes y cultivos, permiten comparar el desarrollo de diferentes entornos y mejorar la eficiencia del uso de los ingenieros de tiempo y la eficiencia de la toma de decisiones».
Por su parte, Lucas Andreoni, director técnico de agricultura de Don Lero SA, la finca familiar de los hermanos Bombal en Córdoba, a cargo de su gerente general Ricardo Bombal junto a sus hermanos Ana, Paz y Pedro, destaca la importancia de avanzar hacia una una agricultura más orientada a los procesos.
“Hoy vivimos la segunda revolución verde, la era de la tecnología, y cuando hablamos de tecnología, podemos hablar de tecnologías digitales, maquinaria, genética y procesos; Todo esto nos lleva a ser más innovadores y eficientes en nuestra búsqueda de una sustentabilidad duradera. Como ejemplo de tecnologías digitales, existe mucha información en tiempo real como imágenes satelitales y algoritmos que ayudan a analizar el estado del cultivo así como las condiciones ambientales donde se está desarrollando para poder tomar más acciones. con precisión y eficiencia en la aplicación de fertilizantes, fungicidas, herbicidas, por citar un ejemplo. Esto va acompañado de maquinaria que agiliza la aplicación de insumos y puede colocar recursos donde se necesitan, ya sean productos fitosanitarios como fertilizantes o semillas. Las tecnologías de procesos también juegan un papel importante, creando nuevas herramientas para ayudar a crear una mejor gestión de sistemas como cultivos de servicio, corredores biológicos y paisajes multifuncionales”, dice Andreoni.
Miguel Cané coincide con la importancia de la agricultura de proceso y la sinergia con otras actividades: «Una de las especialidades que más hemos desarrollado en los últimos años es la producción de semillas forrajeras. Hemos avanzado en agricultura de proceso, las herramientas incluyen cultivos comerciales con el objetivo principal de reducir la presión de malezas resistentes o tolerantes a uno o más modos de acción de herbicidas que aparecieron en la zona, además del aporte de nitrógeno que pueden dejar las Legumbres. . De esta manera, lograremos una relación virtuosa con la producción animal, teniendo en cuenta que la zona donde nos movemos es predominantemente animal”.

Y sobre cómo incorporaron una visión sostenible en el centro de sus modelos de negocio y con qué beneficios, Lucas Andreoni explica: “Somos proveedores de los llamados servicios ecosistémicos o ecológicos, pero no solo entregamos aquello en lo que nos enfocamos. más recientemente, pero también sobre regulación, apoyo y servicios culturales; Todo ello permite tener una visión sostenible de todo el sistema y entender que estamos ante una gran oportunidad como sector. Restaurar y valorar los servicios ecosistémicos es una demanda que tenemos a nivel mundial. Además, nos genera muchos beneficios productivos. Con sistemas más sostenibles, tenemos sistemas más productivos. Recientemente, ha habido una degradación de nuestros sistemas, por lo que necesitamos trabajar en su rápida recuperación.
En cuanto a las nuevas formas de medir el impacto en el medio ambiente y la biodiversidad, Andreoni destaca que forman parte de InBioAgro, programa CREA apoyado por BASF como aliado estratégico. “Cuando hablamos de sistemas sostenibles hoy en día, se basa en tres pilares, hay muchas formas de medirlo, tenemos indicadores económicos, ambientales y químicos para ver cómo están ayudando estas tecnologías. El sistema InBioAgro de CREA ayuda con la auditoría continua donde sus pares le dicen cómo le está yendo en el camino en el que se encuentra. Hoy existen indicadores ambientales como el IQ de los sistemas, el CREA funciona y las empresas entienden que necesitan de la gestión ambiental para compararse entre sí, y el intercambio lleva a la aceleración de procesos con estos indicadores Es una época de muchas oportunidades para la agricultura, es es uno de los mayores beneficiarios del secuestro de carbono en el suelo con impacto económico»
Finalmente, en cuanto a los beneficios de la innovación y los próximos pasos de la digitalización, Andreoni coincide en que la colaboración entre empresas como BASF, Don Lero SA y sus respectivos clientes es la de aliados estratégicos en la cadena de valor agropecuaria argentina.
“El papel de empresas como BASF es crucial para seguir adelante, acompañan al sector para seguir juntos y encontrar nuevas soluciones porque estamos en una era de tecnologías que nos hacen más sostenibles. Trabajamos con BASF porque vemos que están buscando sistemas sostenibles, por eso trabajamos con las soluciones que ofrecen que combinan herramientas digitales con productos fitosanitarios y participamos con ellos en nuestra industria en iniciativas como soluciones mirror linked con cultivos utilitarios, donde BASF fue uno de los primeros en la industria en avanzar esta nueva perspectiva sobre los cultivos comerciales como una nueva tecnología clave para las estrategias que se avecinan en el campo de la sustentabilidad”, dice Agr. Andreoni.
“Y con las herramientas digitales que brindan, como xarvio, a través de la genética de la planta, verás la probabilidad de que aparezcan plagas o enfermedades. La digitalización ayuda a conocer el entorno de una manera diferente, donde la recolección de datos a través de plataformas ayuda a procesarlos e interpretarlos. Antes usabas un fungicida y aplicabas más por si acaso y ahora puedes decidir de antemano, con el resultado de una mayor sustentabilidad, ahora se pueden definir aplicaciones solo en las zonas donde se manifiesta la enfermedad o donde la parcela se vuelve maleza. En poco tiempo tendremos tecnologías que hoy no imaginamos gracias a este procesamiento de datos”, concluye Andreoni.