La importancia de la gestión del agua en la producción agrícola

La importancia de la gestión del agua en la producción agrícola

febrero 2, 2023 0 Por Jose Luis Heredia

La región costera vive un descenso histórico del río Paraná, forma parte del 54,48% del país que vive por tercer año consecutivo de sequía, según el Instituto Nacional de Gestión Hídrica, el panorama actual se mantendría hasta y incluido abril.

En este contexto, es necesario considerar el agua como un recurso agotable, cuyo uso compite entre sí. Por lo tanto, es necesario introducir buenas prácticas en el uso de aguas agrícolas en el territorio. Por un lado, están las prácticas que desencadenan las acciones de la dirección o administración de las organizaciones agrarias; por otro, los relacionados con las acciones técnico agronómicas.

Aspectos relacionados con la gestión de las organizaciones agrarias

1. Esté preparado. Esto significa contar con la información necesaria, veraz y oportuna para la adecuada toma de decisiones y planificación en las diversas organizaciones agropecuarias. Esto permite predecir los impactos esperados en los sectores económicos y las comunidades.

2. Conocer las políticas públicas y sus actualizaciones. Es importante conocerlos para que puedas acceder y hacer uso de los beneficios: Fondos de Emergencia Agua y Emergencia Agropecuaria -anunciados en varias provincias-. Incluso existen programas de incentivos positivos basados ​​en la sostenibilidad de los recursos hídricos, la productividad agrícola y la protección del medio ambiente.

3. Llamar la atención sobre los marcos legales. Es importante contar con un marco amplio y transparente para regular el uso del agua con intervenciones específicas que respondan a las necesidades específicas de cada sistema agrícola.

4. Acercar la compra de seguros agrarios a enfoques productivos. De esta forma, sería posible enfrentar mejor diversas condiciones climáticas adversas.

5. Continuar invirtiendo en investigación científica y tecnológica. Así es posible desarrollar nuevas variedades que soporten mejor la sequía o el exceso de agua y optimicen su uso.

Eventos agrotécnicos

Conocer las necesidades de agua y el nivel de respuesta en cada etapa de los cultivos a implantar. Así será posible seleccionar cultivos con menores requerimientos hídricos y ajustar las fechas de siembra con respecto a los períodos críticos.

1- Conocer los suelos. Su usabilidad, su clase, su índice de productividad, estructura y capacidad de retención. adaptar el manejo y las rotaciones a las características edafoclimáticas.

2- Evitar suelo desnudo para evitar la evaporación de la humedad del suelo y garantizar una mayor infiltración de agua en el perfil del suelo. También para evitar la pérdida de suelo por erosión eólica.

3- Inclusión de cultivos de cobertura, actualmente redefinidos como cultivos operativos. Estos cultivos mejoran las propiedades del suelo y sustentan una mayor biodiversidad. Como resultado, aumentan la estabilidad del sistema de agricultura de conservación.

4- Conocer la topografía e hidrografía del sitio de producción. Se pueden implementar mapas de contorno, calcular y conocer la pendiente de las parcelas. Este punto es especialmente importante en el caso de pendientes pronunciadas, para el diseño de sistemas de drenaje, embalses y depósitos de agua.

5- Promover el manejo integrado de plagas (MIP). Si decide utilizar un control químico, siga las normas locales y siga los procedimientos adecuados. Esto incluye, entre otras cosas: comprar productos en establecimientos autorizados y con sus respectivas etiquetas, respetando dosis, condiciones climáticas y técnicas de aplicación adecuadas. También incluye el lavado de equipos y herramientas en lechos biológicos para prevenir contaminaciones puntuales y realizar la correcta disposición final de los envases fitosanitarios (según Ley N° 27279 y normativa local correspondiente).

6- Modernizar los sistemas de riego para hacerlos más eficientes y para quienes ya los tienen, esforzarse por un uso eficiente. Será necesario promover la reutilización del agua en los sectores industrial y agroindustrial y una mayor eficiencia en los procesos que requieren grandes volúmenes de agua.

Es importante recalcar que la gestión del agua es una buena práctica agrícola y una responsabilidad compartida por productores, investigadores, extensionistas, prestadores de servicios (públicos y privados) y por supuesto las comunidades. Desde el sector agrícola debemos asegurarnos de mantener y proteger la calidad y cantidad de este valioso recurso.

Autora: Ángeles Lesman, Coordinadora Regional Litoral, Casafe