En la gran mayoría de los sistemas ganaderos del país, el forraje es la principal fuente de alimentación. En estos sistemas, los productores y asesores ganaderos enfrentan una demanda de animales relativamente más constante que la oferta de forraje. La oferta de forraje varía mucho según el tipo de fuentes forrajeras, el ambiente, las estaciones y los años, y no basta con tener valores promedio. Es necesario estimar con mayor precisión el stock de forraje y comparar los valores actuales con el pasado. Esta cita pertenece al Observatorio Nacional de Forrajes, una plataforma web que tiene como objetivo informar periódicamente sobre las tasas de crecimiento de diferentes fuentes forrajeras en los sistemas pastoriles de Argentina.
Lisandro Blanco, investigador de manejo de pastizales naturales del INTA La Rioja, dijo que “tenemos más de 20 años de datos con esta herramienta. En 2009, un grupo que trabaja sobre pastos, forrajes y pastos en todo el INTA a nivel nacional acordó con la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Buenos Aires y los grupos CREA crear un proyecto financiado por el Instituto de Promoción de la Carne Argentina (IPCVA). La intención era generar modelos para la mayoría de los recursos forrajeros de Argentina, tanto cultivados como nativos, que permitieran su estimación a partir de sensores remotos, es decir, satélites. De esta forma, se cuenta con información sobre la cantidad de forraje en diferentes lugares, que no se podría calcular mediante cortes de biomasa, los cuales toman un tiempo complejo de realizar con los equipos técnicos de las instituciones.
El primer paso fue crear ubicaciones específicas en diferentes provincias para calibrar los modelos. En otras palabras, “nos estamos enfocando en la reducción de la biomasa y vinculando esos datos con los valores del índice verde de las imágenes satelitales. De esta forma, se logró calibrar distintas fuentes de forrajes, desde la Patagonia hasta el Noroeste, creando un sitio web denominado “Observatorio Nacional de Forrajes”, enfatizó el especialista.
Existe un conjunto de herramientas de consulta gratuita que permiten conocer la productividad del forraje casi en tiempo real.
“Sin embargo, el proceso de calibración no fue fácil porque hay varios lugares en el país donde las plantas leñosas, como árboles y arbustos, se encuentran junto a los pastos. La señal satelital de índice verde tiene no solo lo que nos interesa como forrajero, sino también el verdor de otras especies no forrajeras”, dijo Lisandro Blanco.
Los usuarios más directos de esta herramienta son los asesores, decisores regionales y extensionistas; La información que obtienen de esta plataforma les sirve para tomar decisiones de planificación forrajera más adelante. Un ejemplo de la funcionalidad de esta herramienta podría ser un ejemplo en esta situación: “si la productividad es más baja de lo normal durante un cierto período de tiempo, se puede tomar la decisión de destetar temprano, reducir la carga animal o comprar alimentos. Por otro lado, si hay un período de mayor productividad, se puede tomar la decisión de criar terneros en lugar de venderlos al destete”, dijo el investigador.
Estado forrajero en NOA
Para saber en qué momento tenemos forraje disponible, podemos utilizar esta herramienta, aunque los criterios de campo también son clave en este caso; Si las plantas están fuertes o no es un detalle que se puede ver en campo, pero esta información se puede combinar con esta herramienta ya que te permite ver si la productividad de forraje está por debajo o por encima del promedio histórico.
“En general, el inicio del crecimiento del forraje se retrasó en el NOA. Este crecimiento, como todos sabemos, está directamente relacionado con las precipitaciones y tiene una alta concentración estacional que se extiende desde mediados de octubre hasta finales de abril. Esto inicia el crecimiento de los pastos, tanto naturales como cultivados, pero es muy tarde en la campaña. En la plataforma, es posible monitorear cómo se desarrolla la producción de forraje en relación al promedio histórico. En definitiva, el crecimiento de los pastos se retrasa significativamente y es menor a lo esperado”, reconoció el experto.
Con esta plataforma se puede retroceder en el tiempo para ver los periodos históricos de cada región y así conocer la productividad del forraje a lo largo del tiempo. «Mirando hacia atrás, es posible analizar lo que sucedió en años secos como este y luego usar esos datos para sugerir cómo administrar campañas similares. Mirando hacia el pasado, es posible determinar las probabilidades de eventos futuros, y planificar con esta cantidad de información es una gran ventaja. Puedes planificar no en base a un año específico, sino en base a la historia, y eso te permitirá arriesgarte menos”, decidió Lisandro Blanco.