Desafío Cordero Pesado en 60 días

Desafío Cordero Pesado en 60 días

enero 20, 2023 0 Por Jose Luis Heredia

¿Quemar el cordero o añadir un kg de carne?

El principal producto de la ganadería ovina en la Cuenca del Salado, provincia de Buenos Aires, es el cordero «ligero», que se sacrifica entre 22-28 kg PV. En general, estos sistemas establecen la alimentación de los ovinos en campos naturales, algunos productores pueden utilizar pequeñas áreas de pasto y áreas verdes o complementar con pequeñas cantidades de grano, típicamente maíz. En los establecimientos donde no hay servicio de aparcamiento, el cordero ligero alcanza este peso entre septiembre y octubre. Para los criadores que estacionan la “encarnada” en otoño, se logra el cordero ligero para el mes de noviembre, es decir, mes en que aumentan los requerimientos de esta categoría de animales en frigoríficos, carnicerías, restaurantes, por la demanda que se presenta. para fiestas .

Aunque el cordero ligero satisface la alta demanda de los consumidores en ese momento, la productividad de la carne por oveja/ha/año es limitada a nivel de las instalaciones de producción. Una unidad de «corderos» podría duplicar su producción de carne mediante el uso de la genética para la idoneidad de la carne y la introducción de estrategias nutricionales para la crianza y el engorde. En conjunto con Sergio ‘Nino’ ​​​​Magariños de Cabaña «La Penca», realizamos una prueba para evaluar la productividad de machos Texel enteros en una ceba de 60 días con dieta hiperenergética para lograr un mayor peso de salida. más de 40 kg de FVE en venta por esquejes y posibilidad de venta en cualquier época del año.

¿Dónde y cómo trabajamos?

El estudio de caso se llevó a cabo en la cabaña de madera «La Penca» Texel (Ranchos, Bs As) a cargo de Sergio «Nino» Magariños. Se seleccionaron 24 machos enteros de 8 a 9 meses para engorde en corral. Según el criterio de análisis HPG (huevos por gramo), no se aplicó ningún antiparasitario antes del engorde.

Se ensamblaron 2 lotes según LW inicial (PVi) y su condición corporal (CC): lote 1 (n=7; 21,72 ± 2,86 kg, CC:2) y lote

2 (n = 17; 25,78 ± 3 kg; CC: 2,25).

Protocolo de alimentación y alimentación: formulación precisa y gestión del tiempo

Durante la adaptación (días 1 a 20), el manejo fue el mismo para ambos lotes. Día 1 a 7: granos de maíz al 0,6% PV en pasto de campo.

Día 8: entraron al corral de heno de alfalfa como desées y expulsores de grano de maíz + soja (80:20) al 1% PV durante 3 días. A partir de entonces, se usaron gránulos de alfalfa más suplemento (grano de maíz + tortas de soja) en cantidades incrementales cada 3 días y en dos suministros diarios (AM y PM). El día 20 se separaron los lotes y se inició la alimentación final con dietas formuladas según NRC (1985; 2007). Las dietas estuvieron compuestas por 49,4% y 48% de maíz; 14,4 y 18,2% avena integral; 7,3 y 7% de expulsores de soja; 26,7 y 24,8% de pellets de alfalfa y 2,2 y 2% de pepita de ovino (Pre-Min Animal Nutrition), para los lotes 1 y 2, respectivamente. Los animales se pesaron después de la entrega de la ración AM en los siguientes momentos: adaptación (día 1), inicio (día 20) y finalización del engorde (día 60). Después del sacrificio, se registró el peso de la carne para calcular el rendimiento (R1; peso de la carne caliente/VP final en %). Se monitorearon las heces y el comportamiento durante 60 días para detectar posibles acidosis y urolitiasis, y se contaron diariamente los comederos para evitar excesos. Tras la entrega matutina de la ración diaria, se pesaban los restos del día anterior (en el comedero colectivo, siempre menos de 155-189 g por tanda). El consumo diario se calculó como la diferencia entre el total de kg entregados y el excedente. Se calcularon: PIB, índice de conversión alimenticia (FCR) en engorde (20-60 d; CDM diaria estimada por animal/PIB individual) y el índice de Kleiber, que considera la relación entre la ganancia de peso con respecto al peso metabólico (KR; PIB/PV0 0,75).

Las estadísticas descriptivas de las siguientes variables se determinaron utilizando InfoStat (2016): PV, PIB en adaptación y engorde, FRC en engorde, KR y R1 para los lotes 1 y 2. ¡Tiempo para datos duros! … ¡Abróchense los cinturones! Durante la adaptación, los corderos de los lotes 1 y 2 ganaron una media de 1,6 y 4,9 kg (PIB lote 1: 70 g/día vs lote 2: 190 g/día). El objetivo de esta fase no era engordar, sino administrar cuidadosamente el tiempo para que los animales pudieran pasar del sistema de pastoreo en campo natural a todas las adaptaciones que conlleva el confinamiento en corral junto con el tipo de alimentación sin afectar su actuación. En la fase de engorde (días 20 a 60), el 94,11% de los animales del lote 2 superó los 40 kg de PV final, pero en el lote 1 solo un animal superó el PV objetivo (rango 31,15 a 40,8 kg). Esto probablemente se deba a un menor PVi y a una menor adaptación a dietas hiperenergéticas de engorde, considerando que el aporte diario de granos superaba los 850 g/día (>2.8 Mcal EM/kg materia seca; Ríos-Rincón et al., 2014). Además, se observaron heces blandas y de color claro en el lote 1, aunque no se observó ningún caso clínico de acidosis. Los animales con bajo PVi pueden ser más aptos para el engorde con una dieta de energía media (entre 2.4-2.8 Mcal EM/Kg MS; Rios-Rincón et al., 2014). La eficiencia de engorde (Cuadro 1) resultó en mayor PIB y menor R1 que lo reportado por Ríos-Rincón et al. (2014) con dietas similares en machos enteros de pelo corto de 84 días de edad. Sin embargo, se han logrado animales «récord» con ganancias superiores a 400 g/día y una conversión inferior a 4:1, lo que en machos de más de 9 meses conduce a números muy prometedores para aquellos que se centran principalmente en la producción de carne. Otro punto a considerar es que, a priori, estos resultados sugerirían que bajo estas condiciones de manejo el peso de salida de los corderos dependía fundamentalmente del peso de entrada al corral.

Tabla 1. Índices de eficiencia de engorde en corral de machos enteros Texel alimentados con una dieta alta en energía durante 60 días.

SD: desviación estándar, CV: coeficiente de variación, Min: mínimo, Max: máximo; Peso al inicio de la adaptación (PVi Adap), al inicio del engorde (PVi Engorde) y al final del engorde (PVfin Engorde); 1FCR: conversión alimenticia; 2KR: ratio de Kleiber (PIB/PV 0,75).

Los resultados preliminares de ensayos más recientes (aún no publicados) nos muestran que los corderos con un peso de entrada de menos de aproximadamente 20 kg necesitan un período de adaptación más largo para hacer una mejor transición de la crianza en el campo al corral. En estos casos mi recomendación es trabajar en raciones de peso (rango de peso) y armar grupos de recría e ingreso a corrales, manejando la composición de las raciones según “metas” o metas de ganancia de peso, pero también según duración. cierre completo para ganar peso sin perder márgenes.

Otra estrategia a considerar a nivel de productor sería la posibilidad de reservar un porcentaje de machos «cabeza de ternero» para crianzas cortas y luego llevarlos al corral para unirse al desafío del parto pesado inmediatamente después del destete. Además de los «datos duros» del desempeño de la producción, también pudimos comparar números en kg de carne y el margen bruto de carne ligera vs. cordero pesado del mismo ciclo de producción, especialmente con el actual escenario de sequía y la falta de forraje para la sobrecría en el campo se sumó a la caída del precio del cordero ligero para esta época del año.

Foto: cortesía de Sergio Magariños, cabaña «La Penca».

Florencia «Tori» Miccoli, Profesora-Investigadora de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y de la Universidad de Buenos Aires. Productor y asesor en ganadería ovina – Región de Bohemia Central. Módulo productivo-experimental Pecore, Gorchs, Bs As., Argentina.