Un pequeño productor que apuesta por la agroecología y la tierra

Un pequeño productor que apuesta por la agroecología y la tierra

enero 16, 2023 0 Por Jose Luis Heredia

Cacho Godoy tiene 64 años y una energía eterna. Es un pequeño productor familiar que tiene 5 hectáreas en el conurbano de Resistencia, Chaco, donde él y su esposa Lidia producen hortalizas de manera agroecológica, que -en gran medida- vende todos los viernes en bolsas que lleva a la ciudad. donde ya tiene clientes.corregido.

“Repartimos 200 bolsas a precios muy accesibles: 250 pesos por los 5 productos que tienen esa semana, y la gente acepta todo con mucho gusto porque saben que son verduras frescas de la agricultura familiar y sin agroquímicos”, dice.

Además de productor hortofrutícola, Cacho es presidente del Consorcio 97. Los consorcios de servicios rurales son asociaciones de agricultores familiares organizados por zonas para aunar esfuerzos y aportes económicos de diversa índole. Cuentan con el apoyo del Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular (Iafep) del Chaco, que se encarga de impulsar políticas, planes, programas y proyectos para el desarrollo rural y para la agricultura familiar. Actualmente existen 106 consorcios que agrupan aproximadamente a 7.000 pequeños productores, que representan casi el 50% de los productores de la provincia.

“Hoy tenemos 40 productores en este consorcio, algunos tienen solo media hectárea o menos, pero para la familia es una forma de tener algo, porque en esa área se puede producir, por ejemplo, flores”, aclara Cacho. “Quiero que la gente de mi lugar tenga una motivación para vivir, un proyecto, por eso siempre los animo a que se reúnan y vendan bolsos juntos porque así es más fácil”, dice.

Mauro Andion, presidente de Iafep, explica que los consorcios tienen diferentes funciones, algunas directamente relacionadas con la producción agrícola, otras con la planificación de modelos sustentables y también con aspectos sociales. “Hay cultivo y manejo de tierras en conjunto con otros consorcios para la adquisición de maquinaria y comercialización y acceso a mercados, con foco en desarrollar modelos productivos sustentables para la agricultura familiar”, describe el funcionario.

“A su vez, los consorcios tienen funciones vinculadas al entorno social, donde se reconoce la importancia de la atención primaria, la educación y el cuidado del medio ambiente e incluye el relevamiento y caracterización de las familias rurales de cada zona”, agrega.

En cuanto al financiamiento, los consorcios lo reciben del Iafep a través de 3 fuentes: un fondo con recursos provinciales o nacionales (creado por la Ley 825-I), ingresos generados por el trabajo en consorcio de productores no afiliados o privados, y aportes de los miembros de cada consorcio.

El 80% de los recursos se destinan a cumplir funciones de consorcios y el 20% restante, administrado por el Ministerio de la Producción y el Medio Ambiente, se destina a la creación de nuevos consorcios, su fortalecimiento institucional y la capacitación e investigación tecnológica de las pequeñas empresas agropecuarias. fabricantes

“En Iafep trabajamos para fortalecer las economías de los productores de nuestros países a través de más y mejores inversiones, garantizando el acceso a máquinas y herramientas que agilicen el trabajo diario en el campo, junto con el abastecimiento de diversas semillas hortícolas que diversifiquen la producción”. agrega Andión. “Apoyar a los emprendedores rurales nos permitirá seguir desarrollando modelos productivos, creando comercios populares, caminos y rutas, viviendas, educación y toda la infraestructura que genere las condiciones para el desarrollo de la actividad y el arraigo rural”, dice.

vamos

Hoy, Cacho es y se siente un productor en toda regla. Pero no siempre fue así. Durante muchos años trabajó en un frigorífico con la tarea de pagar sueldos y salarios. Pero en 1994 cerró el frigorífico y fue entonces cuando decidió incursionar en la producción agrícola, motivado por el hecho de que la familia de su esposa siempre se dedicó a esta labor.

«Sabía lo básico y menos», recuerda Cacho entre risas, «solo sabía lo que me decían mis suegros, pero Lidia y yo decidimos ir más allá». Lo primero que hicieron fue empezar codo con codo a desbrozar y preparar manualmente el terreno de la propiedad, que ahora es su casa y finca, para la producción de hortalizas. “Siempre he sido bueno con los números y eso me ayudó mucho en la planificación, siempre con el lema de mi padre de hacer las cosas con honestidad”, enfatiza, “y hoy veo los resultados”.

“Entré a Consorcio 97 en 2017 y las cosas han cambiado para mí como productor, porque antes aquí todo se hacía a mano y el arado lo tiraban caballos y ahora trabajo con tractor, como todos los socios, y esto es un gran ventaja para el productor», explica Cacho y agrega que como presidente quiere motivar a los integrantes a moverse, a hacer cosas e involucrar sobre todo a los jóvenes y estimular su creatividad para que se muevan: «No quiero a nadie más crecer en la pobreza como yo porque no tenía cobijas, me cubría con papel pergamino”.

Durante un viaje a Chaca en octubre, María Laura Escuder, Directora de Programas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), dijo que durante los 3 días que duró la misión se logró programar y proyectar las actividades y productos que se desarrollará junto con la provincia en el marco del Memorándum de Entendimiento firmado el 16 de agosto entre la FAO y el gobierno de Chaca, que tiene como objetivo mejorar la seguridad alimentaria y garantizar el acceso a alimentos suficientes y de calidad.

“Es un trabajo en línea con los pilares de la FAO, que está relacionado con una mejor producción, una mejor nutrición y contribuir a un medio ambiente sano realizando una producción sostenible, todo lo cual posibilita una mejor calidad de vida”, explicó Escuder. “El trabajo tiene como objetivo fortalecer los programas que ya tiene la provincia, dar apoyo a diversas actividades y colaborar en la recolección de datos y estadísticas”, dijo.

otro método de producción

Desde 2012, la producción de Cacha es completamente agroecológica y está orgulloso de lo que ha logrado: tiene clientes que valoran este método de producción, y al mismo tiempo está tranquilo sabiendo que está produciendo alimentos saludables.

“Empecé en 2006 con las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) pero seguía usando agroquímicos, pero un día decidí que quería dejar de usarlos por completo”, dice. “Siempre recuerdo que cuando era pequeño, mi mamá no comía lechuga porque decía que era mala para ella, lo cual me quedó grabado, y cuando me involucré de lleno en la producción, me di cuenta de que no era lechuga. malo para ella , pero desde que se produjo, decidí hacer mis vegetales completamente agroecológicos”, enfatiza.

“Al principio cometí muchos errores, pero me matriculé en cursos de agroecología, tuve el apoyo del INTA y de la Universidad Nacional del Nordeste, y así aprendí. Hoy he logrado una buena producción, mis hortalizas son diferentes a las que se producen con químicos y además ahorro mucho al no tener que gastar en insumos”, asegura.

“Quiero que se vea que todo este trabajo es real, que las cosas se pueden hacer bien y creo que los pequeños productores pueden levantar este país si se motivan, se apoyan y se unen”, dice Cacho. “Por eso son tan importantes los consorcios, porque a los que producen se les acompaña para salir adelante y se les anima a confiar en su propia capacidad para salir adelante”, concluye.

fuente: https://www.fao.org/argentina/noticias/detail-events/es/c/1628668/